El Tantra rojo
o el tantrismo se ha divulgado en occidente, a lo mejor con buenas
intenciones, pero con resultados desastrosos. Cuando se oye hoy hablar del
Tantra se asocia rápidamente con prácticas sexuales ritualistas de la
India, como del tipo Kamasutra. Para dar una información correcta, debemos
aclarar que Shiva fue el fundador del Tantra hace 7000 años, y transmitió
las prácticas y la filosofía en forma oral de maestro a discípulo. Sistema
que continuó durante siglos, lo que llevó a transformaciones inevitables.
Es por eso que algunos tántricos decidieron codificar las enseñanzas de
Shiva en símbolos ocultos. Maithuna es una de las palabras sánscritas que
significa unión de la energía y de la conciencia (estado de yoga). Fue
simbolizado con la unión de Shiva (Conciencia) y Shakti (Energía),
pudiéndose ver en algunos templos hinduistas con varias figuras
aparentemente eróticas.
Esto fue interpretado erróneamente por algunas corrientes que crearon así
escuelas de un Tantra degenerado, denominado tantrismo o Tantra del sexo
donde se enseña que la unión sexual, siguiendo ciertos rituales externos,
lleva al despertar de la kundalini. Pero la verdadera ciencia del Tantra
enseña que estos maestros en verdad son charlatanes. Por cierto estas
prácticas, en la que se hace uso del alcohol y las drogas, les hace
experimentar emociones fuertes, pero están muy lejos de despertar a la
kundalini, la cual es imposible con una actividad mundana y sin el poder
espiritual de un Guru iluminado. Sin un verdadero maestro tántrico, el
mantra y la meditación son vanos con respecto al conocimiento espiritual.
La idea de una experiencia más allá de lo mental, a través de prácticas
externas, es ridícula para un místico. La vivencia psico-espiritual o
espiritual sólo llega con la ideación o contemplación, prolongada sobre la
idea del Supremo. Sólo esto puede definirse como un tipo de sexualidad
psico-espiritual en donde no existe ninguna actividad motora. Por sexo
espiritual se entiende la unión no dualista entre el yo y Dios, o yoga en
sánscrito.
Shrii Shrii Anandamurti ha dicho en su libro de Tratamientos Yóguicos, que
las personas no deberían manchar su vida sexual con una excesiva
indulgencia. Todos deberían recordar que el shukra es el elemento final
del cuerpo, y que si éste falta disminuyen todas las facultades.
Mantener relaciones más de cuatro veces al
mes lleva a desperdiciar el shukra, lo que resulta en debilidad de las
células nerviosas, fibras nerviosas, glándulas, etc. Si se dan cuenta
tarde de esta pérdida inmoderada del shukra, sentirán la pérdida mental y
espiritual de inmediato. Por eso no es aconsejable para los adolescentes y
jóvenes ignorar los asuntos referentes al sexo. Y cuando se trate de
elegir entre restringirse o la falta de restricción, es mejor no estipular
siquiera cuatro veces al mes sino simplemente decir, cuanta más restricción
mejor.
— Traducido del libro de Kamaleshvara, basado en la filosofía de Shrii Shrii
Anandamurti